¿Y si no viniste a ser una sola cosa? La magia de ser multipotencial (y por qué el mundo la necesita urgente)
Durante años, trabajé en tratar de ajustar lo que me gustaba hacer a una etiqueta profesional. Probé caminos, reinventé formas, combiné intereses… no siempre exitosa, no siempre entendida. Ni por los demás, ni por mí misma. Y aunque eso puede sonar a algo de juventud, la verdad es que tengo 47 años, soy mamá y hace rato que dejé atrás la pregunta “¿qué vas a ser cuando seas grande?”. Pero no la olvidé. Porque todavía cargo con algunas de sus consecuencias. Hoy puedo decir que no me defino por un solo título. Y no lo digo como una frase de moda, sino como una conclusión vital. Lo que me define es el deseo constante de crear algo con sentido, de conectar lo que sé, lo que aprendo y lo que me importa con una acción concreta. Y en ese proceso descubrí que hay un nombre para eso: multipotencialidad. Multipotencialidad y sustentabilidad: un cruce necesario En Bitácora Circular vengo hablando desde hace tiempo sobre los impactos ambientales y sociales de la industria textil. Cada año se produ...